martes, septiembre 20, 2005

Y AHORA ME VOY

Y sale Rosario Arévalo y dice: “y ahora me voy”.


Resulta que la responsable de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha (la cantidad de chiringuitos que alimentamos) comunica su dimisión ahora que ya está todo controlado y ha atendido a las familias. Bueno, pues entonces no sé por que éstas se muestran tan enervadas cuando le preguntan los periodistas por la gestión del incendio. Es más, la señora o señorita (que también lo podía aclarar) dice que se marcha a pesar de hacerlo todo la mar de bien. Es más, yo creo que se marcha por hacerlo requetebién. Qué digo, es que ha quedado todo como una simple quema de rastrojos. Y nada, toda contenta suelta la manguera, se quita el casco y guarda las botas dándose media vuelta y sacudiéndose las manos satisfecha: “aquí tienes Barreda, ¿algo más?” Sí, tu cabeza.

Pero vamos a ver alma de pollo, no te marchas, te sacrifican para –de momento– aguantar a Barreda y disimular una incomparecencia –de la Vicepresidenta del Gobierno– que evidenciaría la responsabilidad del Ejecutivo zapatista en la mala gestión de la catástrofe (así como el ocultamiento de Bono y sus muchachos pues éste no quiere que ‘sirven a España hasta morir’ si no se les llama antes) Además, es una cortina de humo de lo que se está poniendo en evidencia: la dejación que sobre la comunidad de Castilla-La Mancha (otra vez sobreviene el recuerdo de Bono) demuestran los socialistas en contraposición con la visita presidencial al incendio de Madrid, al desastre del Carmelo barcelonés o la asistencia a los funerales de los guardias civiles que murieron atropellados por un camionero en la N-I. Zapatero –alias el ‘todo a cien’ o el chino– prefirió irse de viaje antes que visitar a los afectados y asistir a los funerales de los fallecidos en la catástrofe. ¡Qué mal talante chico, qué mal talante!

Y en medio de todo este follón, para retomar a la señora o señorita Arévalo, en donde podemos presenciar un Gobierno que saldrá del verano más quemado que la moto de un hippie, sale la del primer escalón de la incompetencia socialista (Arévalo) y dice que se marcha ella por que quiere y que no la sujeten que se las pira. Que no, que no, que se marcha hombre no insistas.

Es que es mismamente como el chiste del que llega tarde a casa, borracho y sin un duro, y cuando la mujer le patea arrojándolo por la ventana se le escucha gritar mientras cae: “y ahora me marcho de nuevo con los amigotes...”

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