EL REVERSO DEMOCRÁTICO

¿No les decía que en esto de la Eta Zapatero va ganando? Está ganando tanto que se ha ganado incluso a Rajoy, como así lo pormenorizan todas las teles. Todo es fabuloso, esperanzador y como para brindar con el cava de una de las naciones rayanas a España: Cataluña. Hasta que punto no llegará la cosa que el presidente del partido repudiado del Tinell –Mariano Rajoy– no ha salido como otras veces de su encuentro con ZP: cual gato escaldado. Y es que lo digo y lo repito: Zapatero está ganando. Gana a Eta –que se rinden sin más– gana a los nacionalistas –que le defienden con Mas– y gana a un Rajoy que, de momento, avala la maniobrabilidad monclovita contra [y con] la banda terroristas Eta.

¿Y por qué se conduce así don Mariano? Pues indudablemente, y como ya pasó con otros, es presa de un encantamiento capaz de ocultar la verdad tras unos ojos azul mediterráneo de Valladolid. Otra explicación no se encuentra. Ya que si bien el líder del PP, tras la reunión de hoy en Moncloa, ha desvelado la promesa presidencial de no compromiso con los terroristas, ingenuo sería Rajoy de creer a quien ha tenido por costumbre ocultarle sus movimientos alegando que no se fiaba del Partido Popular.

Pongamos las cosas claras, porque o mucho ha cambiado la Eta, o muy raro resulta que, después de 37 años reventando españoles, ahora dejen de matar sin obtener nada a cambio. Ejercitando la lógica, la pregunta que nace es ¿qué es lo que ha motivado el comunicado de la banda y su consiguiente alto el fuego? Si ahora hemos de creer a Zapatero, una mirada al pasado político más reciente confronta sus palabras con aquellas otras que negaban hasta el hartazgo el mantenimiento de contactos entre socialistas y etarras. ¿Nos mintieron entonces o nos mienten ahora? O más bien ¿No será que aún nos siguen mintiendo? Porque ¿Alguien puede creerse que el alto el fuego terrorista se ha producido de una manera espontánea y por auto-convencimiento? Evidentemente contactos han existido, y, aunque nadie nos ha explicado en qué han consistido y quién ha representado qué (obnubilados por la euforia mediático esperanzadora), lo razonable es pensar que así como el anuncio de alto el fuego permanente favorece políticamente al Gobierno, los asesinos habrán obtenido algo en contrapartida. La generosidad y el desprendimiento desinteresado nunca fueron virtudes de las bestias. Dicho lo cuál ¿Por qué nadie explica lo comprometido por los socialistas como adelanto al comunicado de la esperanza? Se me ocurre una respuesta: porque en nuestra naciente democracia avanzada zapateril lo normal es ocultar al pueblo –cual tontitos cuyo beneficio está en su ignorante apartamiento– las maniobras efectuadas por los representantes del pueblo, en nombre del pueblo y para supuesto beneficio del pueblo, pero, con interesado analfabetismo político del pueblo. A la ocultación e incluso la autocensura periodística y/o social, se le denomina ahora responsabilidad. Trato o truco.

Aquellos que enterraron a Montesquieu ahora exhuman su cadáver para arrastrarlo a lo largo de toda la Carrera de San Jerónimo...

LA ETA RENDIDA ANTE ZAPATERO

Zapatero, que falsea con todo el mundo, ha engañado también a la Eta. ¿Ustedes no me creen? Pues la certeza se advierte en la algarabía vulgarizada por el hato mediático sociata: campanas al viento y niños alegres corriendo, Felipe en la Cuatro con Iñaki riendo. Estamos ganando, la Eta se para, al menos un rato. Esto es fabuloso mi escolta, te vuelves pa’bajo.

Pepe Luis R. Zapatero ha dado a los terroristas la manita que le reclamaban: dame la manita Pepe Luis. Y el Presidente consiente. ¡Tiene derecho a intentarlo! Divulgan los periodistas de canapé y bodeguilla. ¡Tiene derecho a equivocarse! ¿Se imaginan? Compren un piso con defectos de obra pero, al ir a reclamar al constructor, que éste les conteste: ¡tengo derecho a equivocarme! El gotelet no es ciencia fácil. O también, que por un fallo médico le corten la pierna equivocada –ya ha pasado– y cuando reclame daños y perjuicios le expliquen: tenía derecho a equivocarme ¡me equivocaba por su bien! Trabalenguas de la escuela neosociata: De-re-cho-a -e-qui-vo-car-se. Zapaterismo puro, culminación premonitoria del futuro educacional de las generaciones venideras: elogio del error. La solemnidad bobalicona que desprecia la experiencia: si no lo veo –si no fallo por mí mismo– no lo creo. El tipo de hombre que no tropieza dos veces con la misma piedra, sino que se apropia de una piedra para tropezar bien a gusto.

Me estoy dejando llevar, cuando con Zapatero vamos claramente ganando. No hay más que ver las teles. Y si algunos pensábamos que la Eta mataba precisamente para obligar a negociar: SIN NEGOCIACIÓN NO HAY SOLUCIÓN, decían, nos equivocábamos. Ahora resulta que no, que es justamente lo contrario, ahora los terroristas negocian porque Zapatero ha terminado ganándoles. Gritemos a la italiana: ¡Viva Zapatero! Los terroristas no obtendrán NINGUNA contrapartida política, se rinden sin más ante el encanto presidencial. Definitivamente, esto necesita música de un progre caviar: Van subiendo los mozos (etarras) con los morteros al hombro...

EXAMEN DEL 11-M: LOS TERRORISTAS SIGUEN GANANDO.

Algunos pretenden homenajear a las victimas del 11-M deshonrándolas con el cierre de una Comisión de Investigación que arroja más dudas que certezas. Y ahora, tras la publicación de inquietantes y no desmentidas informaciones periodísticas, atemoriza descubrir que todavía hoy todo lo que envuelve la investigación del salvaje ataque en vísperas electorales, es un verdadero lío. Los terroristas aún hoy siguen ganando. Si ellos querían sembrar muerte y desatar unos efectos colaterales en el interior de nuestra sociedad atacando la convivencia y el normal desarrollo político de nuestra democracia, lo consiguieron. Aún lo consiguen: casi un 70% de españoles –según Sigma Dos– dudan acerca de la autoría de la mayor masacre terrorista en Europa.

Al hilo de todo lo dicho, lo primero que debemos señalar es lo complejo del proceso, pues si aún no tenemos claro qué narices pasó, por qué pasó y a cargo o por cuenta de quién paso aquel brutal ataque contra España en el cuerpo de sus ciudadanos ¿cómo pretender que a las pocas horas Acebes y adyacentes supiesen quién había sido? ¡Pero si aún hoy no se sabe con absoluta certeza! Ahora bien, lo que sí podemos conocer ahora, valorándolo en sus justos términos, es la cantidad de interferencias que en forma de enjambre revoloteaban zumbando atronadoramente alrededor de las cabezas del anterior Gobierno Popular. ¿Por qué revoloteaban las abejitas atareadas –que diría Cómodo en Gladiador– aquellos días de inducida confusión? Las hipótesis son varias:

puede que algunos lo hiciesen al descubrir que sus confidentes, que sus controlados, que su trabajo ni era suyo ni estaba controlado. En pocas palabras: habían fracasado. Y su responsabilidad reposaba tirada en los andenes de Madrid. Demasiada carga que asumir quizá. Auténtico miedo a la verdad reclamada en las pancartas.

o también,

algunos, qué duda nos cabe ahora, tras una útil labor profesional han ascendido. ¿Compensa la recompensa? Imagino que sí, cuando tenemos la conciencia tranquila... Caso contrario lo encontramos en la corrupción de la anterior época socialista: los dineros a los GAL compensaron; los dineros de los huérfanos de la GC compensaron; los dineros de los fondos reservados compensaron. ¿Que todo policía es inocente hasta que no se demuestre lo contrario? Obvio. Lo malo es cuando se demuestra, como YA se ha demostrado otras veces PSOE mediante. ¿Ahora se está repitiendo la historia? No existe evidencia de ello, aunque los antecedentes nos inviten a reflexionar con infinidad de variantes (ahora que todavía es libre dudar)

Sea como fuere, a la presunta implicación sobre ‘pelanas’ conversos a la yihad, o yihadistas de Al Qaeda de vida pecaminosa y connivencia con infieles confidentes asturianos , se suma la duda en la responsabilidad, gestión y/o inducción policial del sentido de las investigaciones. En todo caso: seguimos queriendo saber LA VERDAD. Pero siguen sin respondernos. Nos insultan.

Una de las cosas que más repugna ante toda la polémica sobre el 11-M y las diversas investigaciones periodísticas, es que se pretenda desacreditar al personaje para distraer del argumento. Para el Gobierno socialista lo malo no es que Luis del Pino, Múgica, Abadillo, Del Burgo... pregunten en un sentido, con un sentido, o con sentido. El Gobierno simplemente descalifica por escribir y hablar en Libertad Digital, COPE o en EL MUNDO, o por ser del partido futuriblemente ilegalizado: el PP. ¿Antecedentes de tal conducta? el ‘paraíso’ rojo-zapateril del padrecito Stalin. Porque ¿Qué malo tiene la investigación periodística? ¿Qué habría sido de tanto escándalo político sin la sana curiosidad informativa? ¿A quién le puede molestar que se investigue? Si los arriba citados estuvieran equivocados, peor para ellos. Su futuro está hipotecado en sus públicas por publicadas hipótesis. Las revelaciones de EL MUNDO, la publicación de los libros de Luis del Pino o Jaime Ignacio del Burgo, es poner negro sobre blanco una teoría que será blanco de la crítica de ser errada. Sin embargo, la táctica vuelve a ser la misma: desacredita a la persona que algo queda. Y mucho falta: falta LA VERDAD. Dicho lo cual: ¿no sería bueno que todo esto quedase despejado en una comisión NO PARTIDISTA formada por independientes? Pues tampoco, porque no olvidemos que para De la Vega y ZP: del 11-M ya está todo más que sabido. Y como dominan los medios, la prensa es dócil y la labor otrora periodística hoy cotiza poco frente a la pleitesía de tertulia, nos quedaremos como estamos: contemplando por televisión como se ríen delante de nuestra propia soberanía. Frustrante.

Y por eso, que nadie dude ni ose preguntar nada ni se crea otra cosa que lo dimanado de la secta bobalicona que tiene como icono el azul de unos ojos traidores. Porque ahora incluso se censura la duda y se reprende la investigación periodística, acostumbrados como están los políticos al tertuliano dócil que tras el palmoteo del lomo acude raudo en defensa de la secta en cualquier plató de televisión o emisora de radio. Pero recordamos otros tiempos, cuando la mejor manera que tenían los políticos para desacreditar a un periodista era dejarle en evidencia ante sus supuestas mentiras. Ahora no, ahora esconden la cabeza y hacen gracietas del tipo: eso no toca. O como De la Vega, que en sus comparecencias frente a los periodistas lleva las respuestas a las futuribles preguntas ¡¡ya escritas!! Eso sólo quiere decir una cosa: responderá a aquello para lo que tiene escrito la respuesta. Es decir: desprecia la labor periodística y utiliza la comparecencia pública dimanada de su cargo de Gobierno para escenificar un mitin socialista. ¿Democracia, separación de poderes, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo? ¿El pueblo de quién?

CATALONIA UBER ALLES

Leni Maragall le ha elaborado una película a ZP acorde con su megalómana ambición: “aprobaré el Estatuto que salga del Parlamento de Cataluña”. Y por eso, todos los nacionalistas le aclamarán entusiasmados guardándole por tiempo en el sillón presidencial: sieg heil, sieg heil, ganga heil. El hacedor de la nación Catalana, el Fürher que les conducirá hacia la Catalonia Grand, padrino de las esencias nacional-catalanistas frente al españolista y por tanto retrógrado ciudadano Rajoy, ha llegado: sieg heil, sieg heil, ZetaPeil.

Ni Pujol llegó tan lejos; ni Maragall divagó tanto; ni Ángel Colón, Rahola o Rovira fantasearon alumbrar la nación catalana tan pronto. Para ellos fue bueno que llegará el Fürher ZP, conductor de la desigualdad por vía estatutaria, quién defendería frente a sus propios compatriotas la rueda de molino que supone privilegiar ciertos territorios sobre los demás. Territorios en expansión nacionalista: su lebensraun (espacio vital) será Valencia, parte de Aragón, el Rosellón y Baleares. El futuro ya lo mostraron en el Nou Camp en forma de pancarta premonitoria: Països Catalans. ¡Catalonia Uber Alles! Cataluña y Zapatero, sobre todo y sobre TODOS... los españoles y su soberanía.

Desde el balcón se proclama: ¡¡España es culpable!! Y las hordas catalanistas gritan entre maliciosas, frenéticas y complacidas: ¡Sieg heil, ganga heil, ZetaPeil!

CATALUÑA –Arturo– MAS / ESPAÑA –Zapatero– MENOS

Cataluña, gracias a Zapatero, será nación. España, gracias a Zapatero, será menos nación. Los nacionalistas catalanes, gracias a Zapatero, estarán felices pero ¿y el resto de españoles, también consideran apasionante que Cataluña sea una nación emergida cual mioma del interior de la Nación española? Para conocer exactamente qué opinan los españoles –titulares de la soberanía de TODA la Nación española– sobre el resurgimiento de una nación en el seno y a costa de la suya, bueno sería preguntárselo. Bueno y democrático. Cosa distinta es pretender que ZP sea bueno o tan siquiera democrático.

Los charlatanes pro-Estatut nos venden su mercancía: el noventa por ciento de los catalanes –representados por el Parlament– apoyan el Estatut y por tanto el resurgimiento de la nación catalana. Lo cual, en mi humilde opinión, es mentira. Y lo es porque no creo que quienes depositaron su confianza en Maragall lo hicieran pretendiendo crear ninguna nación catalana ni cosa por el estilo. Al menos eso se desprendía de las palabras de quienes desde el PSC solicitaban el voto apelando a ‘desbancar’ al nacionalismo más rancio de las instituciones catalanas. ¿En qué parte de la propuesta del PSC se recoge claramente la pretensión de crear la nación catalana por vía estatutaria? La confianza obtenida por los políticos en unas determinadas y temporales elecciones, no es un cheque en blanco que permite cambiar de arriba abajo la concepción nacional-territorial de Cataluña y por extensión e inclusión España.

Pero lo más grabe no es descubrir un Maragall en pugna nacionalista con ERC, lo aciago es recordar que quien abrió la caja de los truenos fue Zapatero prometiendo aprobar el Estatut que saliese del Parlament. Dramático. Y es que el Estatut dimanado del Parlamento catalán en quien ZP depositó su confianza, acaba de fabricar la carta de presentación de una nueva nación en la periferia de Europa y en el corazón de España.

Nuestra nación ha sufrido un ataque al corazón por exceso de colesterol nacionalista e hipertensión claudicante socialista. Es decir, Zapatero deja a la nación española muy malita. Ya se lo pueden agradecer los nacionalista catalanes ya.