miércoles, junio 21, 2006

LOS TXAPOTAZOS DE ZAPATERO

Lo que puede la tele, la fuerza que tiene una imagen y la simpleza que demuestra el personal con la que llevamos llorado. O sea que ahora ‘Txapote’ es muy malo, un asesino sin piedad y un ser detestable al que hemos visto por la tele pavoneándose enfrente de un tribunal e intimidando con la mirada a los familiares de sus victimas. Pero ¿ahora nos damos cuenta de la perversidad congénita de la gentuza terrorista? Apañados estamos paisanos. Pero se equivocan todos, Txapote no es malo, es etarra. Por eso, lo absolutamente increíble, detestable y condenable es que alguien quiera sentarse, para mirar a los ojos, a quien prefiere mirarnos –a los españoles– en la nuca para dispararnos por la espalda: la basura etarra. El cobarde y subnormal Txapote es el brazo ejecutor del interlocutor con el Gobierno Otegui, al que defiende la homenajeada por las titiriteras Jone Goirizelaya, y cuyas acciones son jaleadas por Batasuna, organización colaboradora con el entramado terrorista con quien se reunirá el PSE de Francisco López. No me extraña que los txapotes se chuleen en la cara de los tribunales y frente a sus victimas.

Y ahora, después de la cal, la arena. Tan detestable como la actual claudicación socialista fueron las anteriores conversaciones y/o negociaciones del PP de Aznar, del PSOE de González, o de la UCD de... quien fuera que pensase aquella cosa. Sentarse junto a los terroristas o tan siquiera hacerse eco de los roznidos etarras es una bajeza moral tal, que ningún estado serio debería caer en ella. Francia no ha caído. Porque es un error, además de una inmoralidad que denigra a las victimas, contemplar como el sacrificio de miles de españoles, el desangre de una sociedad que no se pliega al terrorismo y aguanta los envites etarras para levantarse cada mañana y poner en marcha un país, contemplar como al final su sacrificio es baldío pues el Gobierno de turno termina por escuchar a los asesinos.

Señores políticos y terminales mediáticas que sirven la mano que les alimenta ¿alguien ha pedido la rendición? Les recuerdo que la sociedad, a la que sirven y cuya sangre es la que vierten los terroristas, lleva años desangrándose y aguantando sin la más mínima muestra de sometimiento para con los terroristas. Y si nosotros, las victimas, no cedemos ¿por qué ceden los socialistas? Pues una de dos: o lo hacen por exclusivo interés de partido y para conservación del Poder, o son unos cobardes. Porque se tiene que ser gallina o mezquino para acabar sentándose con los siniestros txapotes de turno, a pesar de que las victimas reclaman memoria, dignidad y justicia. Si nosotros resistimos y pedimos coraje frente al terror ¿por qué cede Zapatero y cae en la ignominia de reconocer como interlocutores del Gobierno a los txapotes asesinos? Ni un ventajista del sufrimiento ajeno, ni un cobarde, deberían ocupar jamás la dirección de una nación.