domingo, febrero 26, 2006

LAS CUENTAS CLARAS

¡¡Primicia nacional!! Tengo el método irrefutable para concretar exactamente la importancia numérica y/o reivindicativa de los asistentes a la manifestación del 25 de febrero en Madrid convocada por la AVT. ¿Quiere ZP y sus adocenados acólitos conocer exactamente el número de asistentes a la manifestación? Apunta Constantino:

Tantos, o más, como se manifestaron en apoyo de Batasuna-Eta.

Tantos, o más, como se manifestaron a favor de la nación catalana incitados por ERC.

Tantos, o más, como se manifestaron el día del orgullo gay.

Tantos, o más, como se manifestaron el 1º de Mayo.

Tantos, o más, como se manifestaron contra la guerra de Iraq.

Tantos, o más, como se manifestaron rodeando las sedes del PP.

Siendo esto así, procede inquirir a J. Zapatero la siguiente cuestión: si con ellos has dialogado, has pactado u ofreces parlamentar, gobiernas tripartidamente, modificas la legislación para que se puedan casar, abandonas Iraq, etc., etc., etc., te pregunto ¿por qué a las victimas del terrorismo, que son tantos y en muchos casos claramente mejores, las desprecias ignominiosamente, las ninguneas e ignoras sus reivindicaciones? Mejor no contestes tú, J. Zapatero, que nos deleite Moraleda que es un auténtico fiera sólo comparable con Pepiño Blanco.

LA MUERTE NO ES EL FINAL

Si me abaten los terroristas mi muerte no será en vano. Si caigo frente a la bestia vosotros me recordaréis preservando mi dignidad ante quien pretenda ofender mi sacrificio, mi memoria o la sangre derramada en defensa de España. Si me desploma la bala terrorista vosotros estaréis conmigo. Por eso, ahora me toca a mí estar con vosotros. Defenderos a todos salvaguardando vuestra libertad.

Frente a los terroristas se puede elegir una cómoda humillación, la connivencia o se puede justificar lo injustificable. También, contra la barbarie asesina nos puede paralizar el miedo. Inclusive luchando contra los terroristas, pero terciando la componenda partidista, nos podemos dejar llevar por la indignidad del propio partido, de nuestro propio presidente e incluso de aquellos que desde la judicatura tienen por obligación protegernos de la bestia. Cuando el terrorista nos apunta con su pistola, es comprensible elegir la claudicación al sacrificio de la resistencia. Por eso, cuando vemos una corajuda muestra de entereza frente al terrorismo nos sentimos orgullosos tras comprobar que todavía quedan valientes en España. Por todo ello, las victimas de la brutalidad terrorista estarán orgullosas –allá donde estén– del comportamiento de sus familiares. Unos familiares que no sólo no les han olvidado, ¡jamás les olvidarán!, sino que además han conseguido que miles de españoles también les recuerden y caminen junto a ellos reivindicando la MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA de todas las victimas (también de las que decidieron no resistir)

A pesar del frío, la lluvia, el ninguneo mediático o el mismísimo ZP con delegado de gobierno incluido, la ciudadanía sale a la calle en recuerdo de aquellos que dieron su vida en defensa de la nuestra. En defensa de España y su libertad. Y el valor de aquellas victimas, cuyo servicio reclamó el supremo sacrificio de la muerte, tiene reflejo en unos familiares que son dignos de ellos. Unos ciudadanos indomables que junto a otros miles no se resignan a ser convidados de piedra de un proceso que únicamente les consiente un estatus de dolientes y callados acompañantes, excusa silente de una infamia, de una claudicación que ellos no están dispuestos a rubricar. Y así lo dicen y lo defienden, así lo proclaman: resistencia. Con una valentía digna de admiración demuestran que al menos ellos no tienen miedo: resistencia. Y así su resistencia, su valentía, su compromiso, se convierte en el mejor HOMENAJE A LAS VICTIMAS de la barbarie terrorista. Y los que con su vida resistieron los envites de la bestia, lloran emocionados sobre Madrid al ver que los suyos no les olvidan: MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA.

El mejor recuerdo que podemos tributar a las victimas del terrorismo es comprometernos con que su sacrificio no fue en vano.

viernes, febrero 17, 2006

EL PARLAMENTO VASCO NO QUIERE UNA ETA VENCIDA

Los ciudadanos de la todavía España pagamos a TODOS los políticos, también a los del PNV. Con nuestros impuestos mantenemos las instituciones y parlamentos autonómicos, incluido el vasco. Establecido lo anterior, la responsabilidad de todo lo que acontece –y no pocas veces nos avergüenza– en la política española o anti-española, recae en nosotros: espectadores silentes de una función bochornosa que sufragamos con el sudor de nuestra frente y la sangre de nuestras victimas.

Pues bien, el Parlamento vasco ha aprobado una resolución en la que insta al Gobierno autonómico a poner las bases para “una paz sin vencedores ni vencidos”. Que es lo mismo que manifestar que ellos NO ESTÁN POR LA VICTORIA SOBRE LOS TERRORISTAS DE LA ETA; consecuentemente, tampoco porque las victimas del terrorismo etarra aparezcan como vencedoras. Semejante barbaridad sólo ha contado con la oposición del Partido Popular, pues los socialistas del PSE-EE junto a los separatistas de EA se han encogido de hombros en una abstención que como el que calla, otorga. Despejando el camino para los tejemanejes del PNV y su comparsa recaudadora: Ezquer Batua más Aralar, culminado todo con la declaración del peneuvista Joseba Eguibar: “Eta es una organización política que hace uso de técnicas modernas de lucha de minorías contra mayorías” y que son “técnicas terroristas”. Créanme, esto se ha dicho en un parlamento autonómico español por parte de un político español pagado por españoles.

Los pasados días todo el mundo se rasgaba las vestiduras porque un periodista dibujaba la cara de alguien a quien otros ven como profeta. Vale. Consiguientemente, los seguidores del susodicho profeta, escandalizadísimos ellos, se entregaban a una orgía de sangre y fuego contra las legaciones de los infieles. Cosas de la Alianza de Civilizaciones. Además, una pecadora Europa cada vez más Eurabia, se golpeaba públicamente el pecho por boca de los opinantes profesionales de zumbido tan políticamente correcto como simple, reconociendo su irreverente existencia: perdón moros, perdón. Ahora bien, aquí sale un tío, un político español travestido en anti-español, y dice que reventar cuerpos, matar niños, arrasar centros comerciales, cuarteles, tirotear nucas, dejar cojas a una madre y su hija, en suma, asesinar y desangrar españoles son “técnicas modernas de lucha de minorías contra mayorías [...] técnicas terroristas” y aquí nadie hace nada. Mismamente, en las tertulias radiotelevisadas los comentarios son tan nimios y protocolarios como las condenas tras cada atentado. ¿Y los políticos, el Gobierno, De la Vega, J. Zapatero? : silencio absoluto. ¿No les parece increíble, nos les repugna? Es tan increíble y causa tanta náusea, como oír que España es realmente un Estado de Derecho en el cual las leyes protegen a los ciudadanos, y que para su defensa cuentan hasta con una fiscalía estatal. Teoría. Aquí cualquiera –sobre todo un político separatista– puede insultar a las victimas del terrorismo, y por ende a todos los españoles de bien, y no pasa nada. Contrariamente, que ningún españolito contribuyente pinte un moro, un profeta no cristiano o un hare krishna: será tachado de facha. O incluso podría ser peor: si vas y expresas que te gustaría meter una ‘técnica moderna’ en la entrepierna de algún que otro político subnormal, entonces es posible que aquel Fiscal General del Estado hasta ahora inactivo, vaya y te busque por vociferante.

miércoles, febrero 15, 2006

QUÉ EXISTE ENTRE ETA Y ZP

Zapatero invoca en el Congreso que desde que los socialistas administran lo que queda de España, la Eta asesina menos. Extraña afirmación presidencial que origina una pregunta ¿Qué ha querido decir el presidente con esto? ¿Está estableciendo algún tipo de causa-efecto entre el gobierno socialista y la evolución estratégica de la Eta? Si fuera así, un sistema democrático avanzado, y sobre todo un régimen de opinión necesitado de limpieza, reclama la conveniente explicación gubernamental

Los terroristas, contra la labor de búsqueda y destrucción que debe conducir todo Ejecutivo para con ellos, establecen su propia maniobrabilidad estratégica. Y así, cuando la coyuntura político-social –en su cínico lenguaje– reclama una mayor movilización popular, los tentáculos batasunos se agitan en tal sentido; lo mismo cuando interesa una determinada repercusión internacional; acentuar la presión-chantaje contra empresarios, comercios o bares; la socialización del terror, conquistando la calle por medio del terrorismo callejero; también cuando la Eta requiere dinero y acreditando fortaleza carga un coche de explosivos buscando amilanar a quienes el gobierno debería proteger en su resistencia. Es decir, la Eta tiene claro cual debe ser su estrategia para vencer al que es su principal enemigo: España. Y por eso toda su labor, discursos, análisis, en suma, toda su evolución estratégica está planeada para conseguir su utopía: una euskalherria independiente [de España] socialista y euskaldun. Todo lo que se salga de aquí, será entendido por el entorno etarra como una derrota inaceptable después de tantos años de ‘resistencia frente a dos estados opresores –Francia y España– que han asesinado, torturado, represaliado y sojuzgado al pueblo vasco’.

Y aquí es donde, volviendo de nuevo a la afirmación socialista que gallardea de que la Eta mata menos con Zapatero, una duda inquietante renace al recuerdo doloroso de tanta sangre vertida por los hijos de España: ¿qué habrá encontrado la Eta en Zapatero para provocar la variación estratégica que ZP muestra jactancioso? La posible respuesta angustia aún más que la pregunta. Sobre todo, inmersos como estamos en un experimento social y antidemocrático apuntalado por oscurantismos verbales más propio de tahúres cuyo fin es ocultar la verdad. Conversación-negociación, principio-del fin, reinserción-pago necesario, crispación-consenso, atentado-sin-muertos, tregua-tácita, rendición-explícita: labor hermenéutica total: gobierno arbitrario. Tenemos menos información sobre qué hacen nuestros representantes políticos que en épocas absolutistas. Y encima, los periodistas han dejado de ser la vanguardia informativa para convertirse en extensiones acomodaticias del poder, carentes de coraje y asimilables a cualquier secuaz de partido. En medio de tanto desasosiego, o precisamente por ello, nos vemos incapaces de establecer qué fin guía a un Presidente frívolo que no tiene hueco en su agenda para las victimas del terrorismo. Por todo ello, la desconfianza social se organizará de nuevo y saldrá a la calle para reclamar que en nombre de ellos, tanto de los que cayeron como de los que aún resisten en pié: NO SE DEBE NEGOCIAR con terroristas.

jueves, febrero 09, 2006

TIRANO BANDERAS

Me llegan noticias de un nuevo episodio, por lo demás demasiado habitual, de la judeofobia española que camina invariablemente unida al progresismo titiritero más deleznable. Esta vez ha sido un chico Almodóvar, Antonio Banderas (malagueño afincado en Norteamérica por la atormentada obligación de trabajar en un ingrato ámbito laboral: Hollywood) quién destapa su conspiranoica judeofobia con una teoría más propia de sus infumables películas que de la realidad hollywoodiense que él disfruta; cuna del poderosísimo –también en versión conspiranoica– lobby de actores judíos que, sin embargo, no le impide a él actuar.

Antoñito culpaba a Ariel Sharon de ser el ÚNICO provocador de la segunda Intifada, mostrando así la misma sensibilidad que tendría un mufti cualquiera –como el de Jerusalén, heredero de aquel que pactó con Hitler– sobre todo en unos momentos de especial dolor en la apagada vida del político israelí. Tal cinismo era mostrado en un programa de la Televisión pública Española, en horario de máxima audiencia y sin que por parte de tan ‘ilustrado’ politibufón fueran citadas las innumerables victimas producidas por los constantes ataques terroristas contra población israelí. Qué se podía esperar del becario de Pedrito cuenta cuentos, célebre descubridor de golpes de estado inexistentes y actores incalificables. Es la cultureta de la izquierda caviar: judeofobia como extensión del anti-americanismo de base anti-capitalista, postura argüida como exorcismo ante el pecado oneroso de su dandismo millonario progre. Antonio Banderas, en su charla televisiva difundía una estupidez de jaez sonrojante, en la que supuestamente el entonces presidente Bill Clinton, durante una recepción en la que estuvo el titiritero malagueño, se habría visto en la imposibilidad de descifrar sus verdaderos pensamientos –por supuesto judeofóbicos– ante el secuestro de su voluntad, su persona, el gobierno de los EE.UU. etc., por la mirada inquisitorial de un par de agentes del servicio secreto que fulminaron visualmente el verbo presidencial. Ya digo, qué películas se monta Antoñito.

¿Qué es incoherente, paleto e injusto todo lo que dice Antonio? Sin duda, pero para mí no es lo peor. Es aún más deprimente que a todos estos titiriteros y truhanes de la mascarada izquierdista navegante en yate, les tengamos que subvencionar sus bodrios y encima aguantar unas propensiones geopolítico-filosóficas más propias de Goebbels o Stalin (coincidentes judeófobos) que de una persona normal.

martes, febrero 07, 2006

ARMADOS DE RETÓRICA

Zapatero que está en Babia –comarca leonesa– es la expresión físico-política de una claudicación: la de Eurabia.

Con esto de la caricatura de Muhammad y la libertad de expresión se ha dicho de todo. Muy bien dicho todo y muy bien discutido. Somos los mejores en marear la perdiz y tocar la lira mientras arden nuestras legaciones, banderas y ciudades. Ahora bien ¿qué hay de nuestra defensa? ¿Quién la organiza? A pesar de que somos europeos, y así nos congregan en votación constituyente ¿qué ocurre con nuestra europeidad? Pues que Europa no cree en sí misma y por eso nosotros no creemos en ella; y consecuentemente, la votamos poco.

La unión de los islamistas agresores se topa con la 'firme resistencia' de la meditación izquierdista, la duda político-institucional y la cobardía pacifista. Aquí nadie dice que lo que dibuje uno, a parte de lo establecido por las leyes, no es responsabilidad de todos ni excusa para atacar nuestras sociedades. Porque, si nos atacan a todos, HABREMOS DE DEFENDERNOS CONJUNTAMENTE.

Ay, pero no, aquí no tenemos defensa, tenemos argumentos y contra-argumentos, tenemos razones razonadas y juicios juiciosos: libertad de expresión, manifestación, libertad de culto, libertad pirómana, libertad de morir, libertad de rendirse... ¿Sabéis como nos pillarán los bárbaros que ya está en las puertas de Troya?: discutiendo entre nosotros; las puertas se las abrirán los Tarid de turno que, introducidos por vía equina, avisarán del momento álgido de la discusión y por tanto de la inacción.

FURIA ISLAMISTA Y PÁNICO OCCIDENTAL

La sociedad occidental se muestra apocada ante la furia islamista. El patetismo alcanza su cenit cuando observamos como, amontonados y temblorosos, los ciudadanos daneses enarbolan carteles suplicando el perdón de los bárbaros. Igualmente, liderando la claudicación y el descreimiento de su europeidad, nos encontramos con Zapatero aliado con el turco Erdogan, constituidos en abajo firmantes de un salvoconducto que, como comprobamos tras la quema de banderas españolas por parte de islamistas, no le servirá de nada. Realidad confirmada por la detención de terroristas yihadistas operando en España subsiguientemente al ataque del 11-M, tercos idealistas de una cruel yihad que no conmisera nuestro abandono de Irak.

En Occidente existe y se protege la libertad de expresión, ahora bien, tal derecho no concede licencia para vulnerar cualesquiera de los demás derechos que, también al amparo de nuestros estados, están protegidos. Por eso, educados en el Estado de Derecho y por tanto en el respeto a los demás, podemos entender que algunas caricaturas, artículos, etcétera, pueden vulnerar el honor o la imagen de personas individuales o colectivos determinados. Ahora bien, para salvaguardar a las personas y sus derechos existe la ley y su consecuente autoridad, no la barbarie. Por eso, el problema no está en denunciar que lo que ha pasado ahora con la caricaturización del Profeta Muhammad –y que es ampliado por la bárbara respuesta islamista– ya pasó antes con el judaísmo y/o el cristianismo. No. Aquí conviene señalar que judíos y cristianos, cuando sentimos vulnerados nuestros derechos ante quienes consideran el insulto religioso una muestra de laicismo, no acudimos al fuego, apelamos a la ley: estamos civilizados.

La comunidad musulmana de Dinamarca, si de verdad reclama respeto, que acuda a los tribunales en defensa de una libertad religiosa protegida por el Estado danés y que, por cierto, no es recíprocamente aplicada en los países con gobiernos islámicos. Sin embargo, y como denunciaba desde las páginas de EL MUNDO don Gustavo de Arístegui, han preferido realizar una campaña de agitación potenciada convenientemente por los servicios secretos de Siria e Irán, justo cuando inquieta el rearme nuclear iraní (opinión apuntada por don Federico Jiménez Losantos) Dicha campaña de agitación, lejos de ir dirigida exclusivamente contra un torpe diario o una obtusa caricaturización, generaliza la culpa contra todo Occidente, tierra de infieles susceptible de conquista. Y así, todos somos culpables de revelar el rostro de Muhammad, como lo somos de consentir la igualdad de las mujeres, permitir el alcohol, los vicios, y, en definitiva, de nuestra pecaminosa y desviada existencia. Para los islamistas todos debemos arder en el infierno que la yihad extenderá por la tierra, y como iniciación queman nuestros símbolos nacionales y territoriales: banderas y embajadas.

¿Y qué hace Europa? Inacción. En vez de mostrar una postura firme ante los gobiernos que mandan cuatro policías en defensa de las legaciones diplomáticas occidentales, se calla y actúa aturdida; o se extravía con discursos a lo Zapatero. ¿Para qué sirve Europa sino está unida en su propia defensa? ¿Comprenden ahora una de las causas de la poca aceptación de una idea europea que ni nuestros propios gobiernos defienden? ¡Cómo vamos a votar por una Europa débil y descreída de sí misma! Los islamistas nos culpabilizan colectivamente y nosotros entablamos debates sobre nuestro propio derecho a expresarnos. ¿Y qué hay del derecho y necesidad de estar unidos? ¿Y del derecho a defendernos? La Unión Europea debería promover la retirada de toda representación diplomática en tanto en cuanto los gobiernos en donde se suceden las agresiones:

1º Puedan garantizar la seguridad de los delegados diplomáticos occidentales.

2º Se impliquen en rebajar la tensión de sus ciudadanos.

3º Promuevan el compromiso de los representantes religiosos para llamar a la calma y... ¿la convivencia y la tolerancia?

Occidente así lo quiere. Pero también, en Europa debemos tener claro que la defensa de los derechos tiene que ser LA DE TODOS LOS DERECHOS, incluidos los nuestros.