RTVE: ¿TANTO COMITÉ DE SABIOS PARA ESTO?

Expertos en la potencialidad de los medios y su operable manejo, la llegada del socialismo al poder se advertía inquietante próximos como estaban los actos coetáneos al doloroso ataque terrorista del 11-M. Mismamente, tan pronto el Gobierno trincó la dirección de RTVE orquestó una maniobra de saneamiento cuya dirección la marcaría todo un Comité de sabios. Casi nada lo del ojo. Pura propaganda por otra parte. Pasado el tiempo, de los sabios nada más se supo –ni siquiera cuanto facturaron– y de su higiénico informe tan sólo quedará una riada de jubilaciones que de momento harán historia: es la primera vez que los piquetes obligan a suspender en directo un informativo de TVE. El socialismo forjando y legando su sino histórico.

Cuando el socialismo promovió la creación de otros amigables canales en abierto, perjudicando por ende la futurible implantación de la Televisión Digital Terrestre, señalamos que alguien se vería indefectiblemente perjudicado ante el aumento de competidores por la imprescindible tarta publicitaria.. Ahora ya conocemos el nombre de los llamados en sacrificio: los trabajadores de RTVE. Faltaría más. Desde luego que nadie espere, no gobernando los socialistas, que el perjudicado sea el padrino televisivo de Maleni y su progresista canal Cuatro. De eso nanay. Tampoco la Sexta, trufada como está de tanto progre: Ferreras, Mendizábal, Wyoming, Milikito. Por eso, en un nuevo retruécano del neo-socialismo zapateril similar a su cohabitación y sintonía con el nacionalismo más rancio e insolidario, y para beneficio de los prebostes del progresismo afecto, los sacrificados en el altar de la prejubilación serán los más débiles: los funcionarios estatales de RTVE. ¡Ya tenéis el socialismo profetizado por Cándido Méndez! Antesala del que tras la huelga general contra el felipismo un 14-D precipitó el exilio de Nicolás Redondo de UGT. Ingenuos.

¿Qué esperaban los traicionados por quien tiene un discurso falsario sobre la solidaridad que desmiente su política? La embestida socialista de debilitamiento del Estado –y enterramiento de la Nación– en pro de un nacionalismo paleto y diferenciador tiene estas cosas. Y así, la potenciación de lo particular, ya sea mediante el trasvase de fondos de la caja única al bolsillo del reyezuelo etnicista de turno, ya para engrandecimiento del oligarca mediático de siempre, conlleva que alguien acabe no ya compuesto y sin novia, sino directamente sin puesto. El futurible armazón confederal pergeñado por ZP con sus pilastras nacional-separatistas es antitético de conceptos como solidaridad nacional. Y es que ya se sabe que con Zapatero en particular y con el socialismo en general lo español cotiza poco, terminando incontestablemente en la quiebra: quiebra nacional, estatal, interregional, social... No hacía falta ser muy sabio para pronosticar esto, ni encargar onerosos informes si al final el destino era el esperado: la televisión española ¡a la calle! que llegan los nuestros; es decir, los suyos.