domingo, abril 09, 2006

POTENCIAL ESPERANZA TERRORISTA


Vamos a ver ¿qué ha buscado SIEMPRE la Eta? algo llamado Alternativa KAS, después maquillada como Alternativa Democrática y últimamente escenificado bajo la llamada declaración de Anoeta: autodeterminación como antesala de la independencia. Lo de siempre. Además, ellos preconizan una EuskalHerría (neologismo que sustituye la ‘Euskadi’ sabiniana) de régimen socialista a la cubana y completamente euskaldun, es decir, completamente euskeraparlante. Una dictadura socialista vamos.

Con tal horizonte, la Eta mató a todo español que se cruzase por su camino. Y, además, utilizaba un lenguaje mendaz sobre ‘abrir procesos de diálogo para solucionar el conflicto’. Es decir, que a sus asesinatos les denominaba ‘conflicto’, otorgándoles una legitimidad basada en algo así como un ‘mar de injusticia universal’ iniciado por España contra EuskalHerria y su pueblo. Mentiras sobre mentiras. También, y como única solución a tal eufemística interpretación, conminaba a los ejecutivos que ocuparon sucesivamente la presidencia de España para negociar, en condiciones de igualdad, una salida ‘dialogada’ con concesiones recíprocas por parte de unos y de otros: de parte de quien representa a un Estado de Derecho democrático y moderno, frente a una banda terrorista sanguinaria, loca y desnortada. Entonces ¿en qué parte del proceso estamos, dejando a un lado la interesada algarabía pro-gubernamental, que yo no me he enterado? Eta quería negociar y el Gobierno accede a negociar ¿Esto es bueno? Lo sería si la renuncia al terrorismo se hiciese sin más, sin ningún tipo de concesiones, sin contrapartidas políticas y/o penales. Ay, pero la cosa pinta negra terciando ZP y rondando Rubalcaba.

Todo esto de la negociación, con un Gobierno normal, no podía conducir y contestarse más que de una forma: con los delincuentes no hay nada de que hablar. Lo único que deben esperar quien elige el terror como forma de chantaje, ya sea político, ya sea puramente delincuencial, es una actuación contundente de parte de los agentes de la autoridad que les entregarían a las autoridades judiciales y éstos a su vez les pondrían a buen recaudo: la cárcel. Y no hay más. Pero contra toda lógica, cuando la banda estaba más acorralada, menos fuerte, con un decrecimiento en sus ingresos, filas, apoyo social, etc., sobrevino un presidente –por medio de un dramático ataque terrorista que influyó en unas elecciones con dosis de manipulación– que hizo crecer las esperanzas de los terroristas, pues ahora alguien del nuevo Gobierno se podría sentar con ellos y, al menos, conseguir algo de todo aquello por lo que había matado casi mil españoles a lo largo de más de 37 años: ese alguien sería ZP.

Pues bien ¿dónde cabe aquí la algarabía y el alboroto? No cabe, si no fuera porque el Gobierno tiene unos medios afines y serviles que se ofrecen como correa de trasmisión de su propagando esperanzadora. Esperanzadora en que al fin consigan acabar con la Eta ¿Pero a cambio de qué? Pues a cambio de, al menos, obtener los terroristas parte de lo que siempre habían pedido: ya sea la libertad parcial de algunos delincuentes terroristas, ya medidas de gracia, acercamientos de presos, etc., o igualmente el reconocimiento de las estructuras políticas –Batasuta, etc.– que ellos siempre utilizaron como estrategia complementaria al terror. En el último estadio de la actividad terrorista-separatista, y en sintonía con el resto del separatismo anti-español pujante: la obtención de mayores cotas de autogobierno en detrimento de la soberanía que reside en TODO en pueblo español, y a costa de la solidaridad entre todas las partes de una nación agonizante: España. El primer episodio ha sido el Estatuto de Cataluña, lo siguiente será el remozado Plan Ibarreche que, contando ahora con la tregua-apoyo etarra al proceso destructor de nuestra Nación-Estado, dará nacimiento a otra nueva nación similar a la catalana de los despojos de la sangrante España que, no lo olvidemos, también era algo que siempre persiguió la Eta.

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