Leni Maragall le ha elaborado una película a ZP acorde con su megalómana ambición: “aprobaré el Estatuto que salga del Parlamento de Cataluña”. Y por eso, todos los nacionalistas le aclamarán entusiasmados guardándole por tiempo en el sillón presidencial: sieg heil, sieg heil, ganga heil. El hacedor de la nación Catalana, el Fürher que les conducirá hacia la Catalonia Grand, padrino de las esencias nacional-catalanistas frente al españolista y por tanto retrógrado ciudadano Rajoy, ha llegado: sieg heil, sieg heil, ZetaPeil.
Ni Pujol llegó tan lejos; ni Maragall divagó tanto; ni Ángel Colón, Rahola o Rovira fantasearon alumbrar la nación catalana tan pronto. Para ellos fue bueno que llegará el Fürher ZP, conductor de la desigualdad por vía estatutaria, quién defendería frente a sus propios compatriotas la rueda de molino que supone privilegiar ciertos territorios sobre los demás. Territorios en expansión nacionalista: su lebensraun (espacio vital) será Valencia, parte de Aragón, el Rosellón y Baleares. El futuro ya lo mostraron en el Nou Camp en forma de pancarta premonitoria: Països Catalans. ¡Catalonia Uber Alles! Cataluña y Zapatero, sobre todo y sobre TODOS... los españoles y su soberanía.
Desde el balcón se proclama: ¡¡España es culpable!! Y las hordas catalanistas gritan entre maliciosas, frenéticas y complacidas: ¡Sieg heil, ganga heil, ZetaPeil!
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