jueves, enero 12, 2006

ENHORABUENA VOTANTES SOCIALISTAS

¿Qué habéis conseguido, como votantes socialistas, otorgando vuestra confianza al “proyecto” inconsistente de ZP?

Con vuestros votos al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, habéis encumbrado a la presidencia del Gobierno a un falto que empequeñecerá la nación española en beneficio de una creación étnico-mitológica como es la nación catalana. Y así, a lomos de un Estatut insolidario y desmembrador de la España constitucional, al tiempo que nace una nación –la catalana– nace también un régimen identitario y por lo tanto excluyente para todo aquel que no alcance los cánones étnicos exigidos desde la Generalidad.

De la misma manera y con vuestros votos, se ha desatado el descontento en buena parte del estamento militar que, por conducto o extemporáneamente, evidencian la identificación del pueblo y su milicia en el rechazo a un Estatut que fragmenta la España constitucional. Pueblo y Ejército, como uno sólo, defendiendo como nunca la Ley de leyes que un Presidente oscuro pone encima de la mesa de operaciones partidista al albur de los cirujanos separatistas.

Votando a ZP, los socialistas perseguidos en el País Vasco tendrán que soportar de nuevo en sus calles la amenaza autorizada de unos cánticos, burlas, insultos y desprecios de aquellos que, además, llevan años acosándoles y matándoles. Al mismo tiempo, al dolor se sumará la vergüenza de soportar las diatribas de un Pachinadie, Pachipoco, Pachivergüenza que, en sintonía con el inefable ZP, defiende el “derecho” de reunión de aquellos que llevan la marca de la bestia en sus carteles: ETA-Batasuna. La apuesta por ZP ha traído todo esto: un Rodríguez Zapatero que ahora muestra signos de arrepentimiento ante una Ley de partidos que consiguió sacar del marco político institucional a los filoterroristas que mataban españoles por serlo y por demócratas. Las victimas socialistas, populares, civiles y militares, españoles todos, tendrán que agachar la cabeza para no mirar que allí en lo alto, en la tribuna de oradores, está Otegui lanzando un chantaje que no por esperado es menos tétrico: las condiciones que exigen para dejar de matarnos.

Ya sé que todo esto, votante socialista, era cosa inimaginable aquellos días de reflexión preelectoral, jornada aciaga en la que la desesperación y el dolor provocado por los terroristas os empujó a buscar consuelo en la sonrisa lipoide de Zapatero. Pero existe solución, debemos y queremos tener futuro, juntos en la diferencia política y juntos en la ciudadanía española. Ciudadanía que el calamidad de Moncloa se está cargando a pasos agigantados. Tenemos tiempo aún de tener futuro. Tenemos tiempo, queremos tener tiempo para vivir juntos. Por eso el tiempo de Zapatero se acaba, se tiene que acabar.

1 comentario:

FV dijo...

No soy ni quiero ser tu amigo. Eso lo primero. Y lo segundo es aclararte algunos conceptos: puede que yo y mis amigos seamos unos fachas por defender una idea liberal de España, lo que supondría una perversión –una más– de las palabras manoseadas por el socialismo. Pero de serlo lo seremos por defender la ciudadanía española, y no una determinada diferencia parlante o sanguinolenta que dictamine la pureza étnica y por tanto una diferencia con los demás. Lo que está claro es que el grado de indignidad de ZP y sus socios no tiene parangón. ¿Qué no me crees y quiere equivocarte tu solito? Perfecto. Pero ten en cuenta que si en una carretera pone el límite de velocidad a 60, indica curva peligrosa a izquierdas y firme deslizante por hielo en la calzada, el hostión está asegurado de circular a lo loco como lo hace Zapatero. Y así, Zapatero se la va a dar. ¿Qué tú quieres acompañarle? Es lo que digo en mi artículo: la responsabilidad de dilapidar la nación TAMBIÉN recae en quienes entregaron su confianza a un presidente desconfiado con todos excepto con sus socios separatistas.

De todos modos, como dice el Sargento de hierro en la película que lleva su nombre: me puedes matar, me puedes insultar, me puedes golpear... pero no me aburras por favor. Finalizando con un toque de atención al talante mostrado con tus comentarios que dice poco de tu talante, que de insistir: a Zapatero vas. Que-lo-se-pas.