miércoles, noviembre 01, 2006

ESPAÑA COMO RESIDUO ZAPATERINO

Zapatero les ha regalado a los políticos catalanes un Estatuto tan insolidario y filoseparatista que, en palabras de Maragall “el Estado español en Cataluña queda reducido a niveles residuales”. No terminaron ahí los reglaos al nacional-separatismo. Al convergente Arturo Mas le dedicó ZP el sillón de la Generalidad si apoyaba la votación del texto estatutario, amañándole como pago una pelea con un púgil cordobés fácil de batir: Montilla. También, y siguiendo con la deriva pro catalanista de nuestro ansioso pacifista monclovita, el independentista Carod Rovira sirvió como guía para Zapatero en su trato con la banda terrorista Eta. Por eso, y como hablando se entiende la gente, Zapatero seguiría los pasos franceses de Rovira en Perpiñán, proponiendo una negociación con los asesinos etarras. En consecuencia y por gracia de Zapatero: así se escribe la historia de la Catalunya gran: España como residuo y Cataluña como nación.

Conocidos los resultados de las últimas elecciones al Parlamente de Cataluña, vemos la reacción de la ciudadanía catalana ante la deriva pro nacionalista del Presidente Zapatero: puestos a seguir la vía nacional-catalanista eligen a Mas; y es que el nacionalismo siempre está de Mas (chiste fácil) ¡Enhorabuena Presidente! Tú le entregas un Estatuto y una presa fácil y los ciudadanos reniegan de ti. Después de conformar la nación catalana, los nacionalistas no se conforman: quieren más y a Mas. Las tortas que algunos socialistas propinaban a las gentes del PP de Cataluña resuenan en la cara de Montilla, mientras las hipócritas llamadas de ZP contra la extrema derecha se revelan en cesión de la Generalidad al nacionalismo anti-español que terminará barriendo los residuos españoles de Cataluña. ¡Qué patriota es Zapatero! Ibarra y Bono estarán, una vez más, orgullosos de él.

PDT: ¿Y el Partido Popular de Cataluña?: el muerto se mantiene estable.

No hay comentarios: