martes, julio 29, 2008

CONTRA FEDERICO ¿TODO VALE?

El doble rasero en lo tocante a la aplicación de la ley es lo peor que le puede pasar a una democracia, pues la arbitrariedad es enfermedad que demuele la ley. Y así, parece a todas luce una medida excepcional (de excepción) la sentencia contra Federico Jiménez Losantos, periodista en lid radiofónica con el anterior director de ABC, uno de los Zarzalejos que enrabietado y casi coincidiendo con su expulsión del diario monárquico, expulsión ampliamente vaticinada por Federico para más INRI (si de y en la COPE hablamos), ha sentado al turolense en los tribunales. Él sabrá. Que se peguen (radiofónica y mediáticamente) cada familia periodista más o menos afín… de mes con el poder o contra el poder es cosa natural e incluso entretenida, pero que los dimes y diretes se solventen en los juzgados hace perder –a las disputas– toda la gracia que en ocasiones tienen. Y es que sin las ‘peleillas’ de unos haciendo la sillita de la reina al Gobierno socialista, mientras los otros dan estopa hasta que el mono cante (y que conste que no estoy pensando en Rubalcaba cuando escribo esto) la política pierde mucha de su gracia. Porque ¿no son tremendamente previsibles los políticos? En demasía diría yo. Por lo que no pocas veces utilizan a sus bufones/periodistas de turno para soltar por boca de ganso aquello que ellos dicen en corralillos, bodeguillas y apartadillos varios. Qué bonita es la democracia de todo en su sitio y el que se mueva –sea político o periodista– no sale en la foto. Bonita hasta que alguien, un Zarzalejos cualquiera, va y se enfada con una de las pocas voces que disiente a diestra pero sobre todo a siniestra.


Dice la carcasentencia contra Losantos: "No pudiéndose obviar tampoco que el apellido forma parte de la personalidad del individuo, y que la chanza con motivo del mismo no sólo afecta y puede vejar a la persona a la que directamente quiere ofender, sino a todos los que, con ella, comparten el apellido, lo que racionalmente debe aumentar el daño infringido a la persona a la que directamente se quiere ridiculizar”. Bien, pero cuando se escribe, se dice o esputa contra Federico expresiones como ‘Jiménez los demonios’ (F. González), ‘Fedegico’ (Eva hache), ‘Fervorín’ (Rubalcaba) y etcétera, etcétera, etcétera ¿se está atacando también la personalidad del individuo llamado y apellidado Jiménez Losantos? O sin embargo él –Federico– por ser liberal, por trabajar en la COPE y en LD, y, sobre todo, por no plegarse a lo políticamente más correcto que es por lo demás lo más humillante ¿es reo siempre de una condena tras otra hasta hacerle callar? Visto que ni los curas le expulsan (que dicen unos) ni sus periódicos, libros y revistas hacen otra cosa que venderse a espuertas y triunfar en las ondas o en la TDT. Bien, a pares compraré ahora los libros de Federico: a pares; uno para mí y otro para regalo. Y punto pelota.

Y si se ponen tontos hacemos de Federico (pese a él mismo) un icono Pop o algo así. Venga, un figura del diseño y la informática que nos haga un montaje del careto de Federico con el contorno de la figura Ché Guevara (del Corte Inglés) para escarnio de rojelios. Como leyenda de la camiseta podemos poner: MÁS VALE PAGAR DE PIÉ –PERO LIBRE– QUE INFORMAR ARRODILLADO...

DE SENTENCIA EN SENTENCIA HASTA LA VICTORIA FINAL

HASTA LA ABSOLUTORIA… ¡¡SIEMPRE!!

viernes, julio 11, 2008

QUE NOS GOBIERNE ALGUIEN

El que sea, pero que nos gobierne, es decir que nos solucione esto que no saben aún cómo llamarle. Para eso eligen los ciudadanos –bien o mal– a los gobernantes de todo pelo: para que gobiernen, gestionen la cosa pública y, en definitiva, para que nos sirvan para algo. Para algo más que escenificar una tontuna de discusión sobre si la situación actual es crisis o es recesión, sobre si ya lo decían unos cuando al mismo tiempo lo negaban otros, y, en definitiva: para arreglar lo que está mal; lo que esté bien que ni lo toquen ni lo miren: madrecita que me quede como estoy.

Está muy bien discutir sobre si los indicadores internacionales fallan más o nos avisan menos, o si la crisis es global, local o medio pensionista. Todo muy instructivo. Pero el Gobierno, más allá de escudriñar en las tripas de los acontecimientos para valorarlos y darles un nombre no demasiado escandaloso a la vista de la ciudadanía, lo que tiene que hacer es arreglar esto. Y es que el Gobierno debe servir lo mismo para gestionar la bonanza que para solventar, superar y tamizar las sucesivas crisis, porque cuando un Gobierno se enrisca en acusaciones a la oposición, o valoraciones sobre la situación, dejando al margen cualquier atisbo de solución de los problemas, la conclusión es clara: el Gobierno ni gobierna ni sirve para nada más que entretenernos con eufemismos tontos; el Gobierno que no actúa ante los problemas ES UN PROBLEMA.

Zanjemos toda discusión posible: la culpa de todo la tiene Bush, por ende y extensión su amigo Aznar e, igualmente, toda la política neoliberal y de libre mercado que nos arrastra a la miseria sumidos en la desigualdad. ¿Vale? Venga para vosotros –izquierdistas– la perra gorda. Pero ahora, zanjada toda discusión sobre las culpas y los orígenes, e incluso fusilados todos los que vosotros queráis que se fusilen por fascistas ¿sabéis o no sabéis solucionar o tamizar la crisis/recesión/desaceleración/no me llega el sueldo desde que llegó Zapatero?

Todo el que es elegido por una u otra facción de esta partitocracia en la que hemos desembocado manifiesta lo mismo: gobernaré para todos. Pues que se note, y así que Zapatero, que es el hoy actual Presidente de España y por tanto Jefe del Gobierno que tiene que gobernar esto (valga la redundancia) haga algo. ¿Lo hace? No lo parece, o al menos no lo notamos, y en todo caso no hemos oído –precipitados ya en una crisis que traerá sufrimiento y paro a numerosos hogares españoles– ningún tipo de solución del actual Ejecutivo sociata. Cuando quien debe solucionar un problema no lo soluciona se convierte en parte del problema.