domingo, octubre 14, 2007

ZPinocho, EL MUÑECO PRESIDENTE

¡Acabáramos! Por fin logramos descubrir el misterio: la artificialidad de sus gestos, el hieratismo en lo festivo o la indolencia ante el drama, cada palabra hueca y cada modo ausente de Zapatero tenía todo una explicación que hoy descubren los periódicos. Y así, ZP no es autónomo ni por supuesto lo suyo era natural. Y por eso, el sudoku Estatal muñido desde Moncloa responde a la propia naturaleza del muñeco Presidente, un figurilla manejado por los 682 hilos de sus convenientes asesores (los geppettos del Zpinocho Presidente) Maquinaria que, sin embargo, en su frenético movimiento ha terminado por enredarlo y enredarnos a todos. Lógico.


Por lo demás ¿No entreveíamos todos que el galimatías zapaterino debía responder a algún arcano socialista? Equilicuá, tenemos la respuesta: la socialización del error. Si deciden todos no decide nadie, y por lo tanto nadie será el responsable de nada. Justamente, la irresponsabilidad es la característica más destacable del Gobierno ZP.


Despejada la duda, fabulemos ahora sobre un día cualquiera en la vida de Zpinocho y sus 682 gepetto-asesores:

Palacio de la Moncloa 08:00 AM. El asesor nº 1 accede al dormitorio presidencial donde pernocta el líder.

-Psss. Presidente, Presidente. Ya es la hora Presidente. Arriba, España le necesita Presidente, debe usted levantarse.

El guía máximo, a gusto en su lecho y modorramente acurrucado musita al despertarse.

-¿Seguro que tengo que levantarme ya? Anda déjame un poquito más, por fa. ¿Qué tengo que hacer hoy? Sea lo que fuere ¿No puede ir alguien por mí?¿Tan imprescindible soy?

-Presidente –insiste el asesor nº 1– tiene usted que firmar unos presupuestos para Cataluña, también dar el visto bueno para varios estatutos contradictorios entre sí, y autorizar unas conversaciones con unos terroristas a quien debe presentar como hombres de paz.

El Presidente no quiere levantarse (terminó tarde tras conseguir, al fin, terminar de leer aquel libro que comenzara en sus vacaciones asturianas) y por eso insiste en delegar responsabilidades en los demás.

-Jó, pues que vaya otro –refunfuña–. Que firme los papeles el asesor nº 2. ¡Para eso le contraté! A él y a los seiscientos y pico restantes. Yo estoy a mis cosas (en el interior del cerebro de un presidente que ya despierta prorrumpe una idea propia: everybody bonsáis... sais... sais... seis... seiscientos)

Se obedecen las sabias consignas del cabecilla socialista. Por eso, el asesor nº 2, encargado de las firmas presidenciales, recibe la contraseña más repetida en Moncloa desde la llegada de ZP a la casa.

-¡Qué lo haga otro!

No en balde, los españoles pagamos a 682 asesores para que ZP y su cerebro no se desgaste demasiado. Que otros piensen por él, que negocien en su nombre, que pacten y que prometan bien prometido hasta haber metido –un presupuesto insolidario, un Estatuto pro separatista, una tregua con nuestros asesinos– para después, tras haber metido (lo que fuere), olvidar lo prometido. ZP en esencia. Presidente multiasesorado y por ello muñeco de ventrílocuos nutridos con el dinero público: Zpinocho, el amigo de las civilizaciones. Juguete para las peores jugarretas, próximamente en las jugueterías españolas ¿A partir de Marzo? Quizá.

5 comentarios:

Alberto Esteban dijo...

Si vas a tener razón. Fíjate que yo pensaba que o bien era esquizofrénico (escribí un post sobre ello) o tenía el síndrome de Peter Pan. Pero a lo mejor la clave está en lo que tu dices...

Saludos

FV dijo...

Pues si querido Esteban, porque una cosa es una cosa y dos un par. Y con un par el ZP de nuestras entretelas va y coge nada menos que a seiscientos asesores en una nómina que pagamos todos (¡seiscientos! Se dice rápido: seiscientos. Sí, qué rápido se dice) Eso más que esquizofrenia responde al perfil de personalidad múltiple. Qué digo múltiple, que es que son seiscientos los tíos que le comen la oreja al Presidente diciéndole lo que tiene o no que hacer, eso es personalidad impersonal o algo. Y total, para después hacer lo que hace deshaciendo lo que los siglos forjaron. En fin: Zpinocho, el muñeco presidente.

A quien yo le diría: ¿no te quieres estar quieto ya, muñeco?

Venga Esteban, un saludo y a sufrir ZP otro poco.

Así está Murcia dijo...

¿y de 686 asesores no hay ninguno sensato o con buenas ideas?

Fanfatal dijo...

Pero, ¡seiscientos asesores!, a este hombre hace tiempo que se le fué la pinza ¿no?

A no ser claro, que tenga enchufados de asesores a todos los amiguetes, a la family, a los del partido,etc...
Y bajo la máscara de asesores del presi, los tenga a todos colocados.

Me parece una verguenza (una más)lo de este "bobo solemne".

En cualquier país medianamente democrático, esto sería un auténtico escándalo.

Pero claro, también era un auténtico escándalo, lo de las compras en Harrods en un avión oficial,la cesión al Chantaje de De juana, los chivatazos a ETA, la utilización partidista de la justicia,la utilización de avión oficial, porque a la inefable Mª Antonia Trujillo le había picado una avispa.

En fin, sería un escándalo en una democracia normal.
Pero lo que tenemos aquí... tiene de todo menos normal.

Saludos.

FV dijo...

Efectiviwonder Murciano y FanFatal, esto es un escándalo. Porque es para llevarse las manos a la cabeza que un tío cuente con tantos y tantos asesores. Hoy en el editorial de LD escribían, más o menos, que todo gobernante y tal necesita de asesores (Aznar también los tuvo) Vale. Aceptemos pulpo como asesor presidencial. Pero digo yo, y si los necesita el Presidente los necesitará también la Viceflaca ¿no? Si es por asesorar ¿cuántos tiene el desaparecido Caldera? ¿Y cuántos tenía la roma Calvo? No me extraña que, como leía el otro día en el periódico EL MUNDO, desde la venida de nuestros señor o señorito ZP el gigantismo del Estado se haya incrementado en mucho paniaguados. Que si no es mucho recordar hemos de echar en cara a ZP y su grupillo, grupete o más bien legión, que total para lo que hace –o deshace– tampoco hace falta tanto asesor ni nada; sobre todo si los pagamos nosotros como así lo hacemos con los seiscientos de ZP (parece una película: los 600 de ZP) ¡Qué triste!

Saludetes