lunes, julio 24, 2006

PSOE: LA BARBACANA JUDEÓFOBA DE EUROPA

Por muy de pacifistas que vayan, los representantes de la ideología socialista en España son el máximo y más radical exponente de la beligerancia y el reparo anti-israelí mostrado por la extrema derecha e izquierda europea. A las manifestaciones calumniadoras contra Israel de ZP (ahora Zapatero Palestino) tenemos que sumar las del inexpresable Pepiño Blanco, máximo representante del partido que se manifestó contra Israel en sintonía con los grupúsculos antisistema más radicales nazis incluidos. Así, el Secretario socialista de corruto lenguaje, y en una nueva muestra de la judeofobia más trasnochada, impresentable e injusta, ha manifestado que las victimas civiles –se refiere y se preocupa exclusivamente de los civiles libanesas– son un objetivo buscado por Israel. Tremendo. Es decir, por si la barbaridad pudiera marear y no ser captada en toda su enormidad, el Secretario socialista del partido en el Gobierno acusa directamente al Estado hebreo de buscar VOLUNTARIAMENTE la muerte de los civiles. Ya digo, intolerable insulto contra la única democracia en Oriente Medio: Israel. Insulto que se añade al manifestado por De la Vega, quien en Alicante tachaba de “intolerable” que los civiles “paguen con sus vidas el precio de la seguridad” de Israel. Pásmense. Esa talla treinta y dos parlante acusaba al Estado israelí de cobrarse una especie de seguro de vida a costa de la de los libaneses. Desquiciante escuchar semejante barbaridad de la boca segunda de un Gobierno europeo.

Que se enteren los proges, nazis y toda la turba que se manifiesta contra el derecho de autodefensa israelí: frente a la pusilanimidad que aprovechan los Hitler, Arafat, Irán o Hezbolá, Israel demuestra que no está dispuesta a perder la batalla que les condene al exterminio como Estado, que es lo que proyectan los fundamentalistas islámicos. El Estado hebreo no se resigna a vivir bajo la coacción de los mísiles terroristas. Israel lucha por su derecho a existir –repito: derecho permanentemente negado por sus atacantes– conquistando un futuro en paz que sólo sobrevendrá tras la derrota del terrorismo y el aplastamiento de la ideología totalitaria que lo alimenta.

Tras el regreso de Israel sobre los límites reconocidos por toda la comunidad internacional, y a pesar de las duras críticas internas que advertían del menoscabo que ello supondría para su seguridad, los dirigentes hebreos desmontaron asentamientos con el horizonte puesto en una correcta vecindad que favoreciera la paz en la zona. Pero los terroristas de Hamas respondieron atacando. De igual modo, cuando Israel, de nuevo, alzó la voz alertando de la deriva nuclear de la dictadura iraní, desde Teherán, en una maniobra de distracción auxiliada por las manifestaciones anti-Israel, espoleaba a los terroristas de Hezbolá contra Israel, violando su soberanía y asesinando y secuestrando soldados judíos. Además, los ataques de los terroristas proiraníes se han ejecutado desde el Líbano, a costa de su ejército y utilizando como escudo la población civil libanesa para provocar la reacción internacional. Circunstancia que, por cierto, olvidan quien arguye defender la paz defendiendo la población civil libanesa que, como vemos, no es más que un rehén de Hezbolá. Sería bueno que la contundencia que demuestran contra Israel en sus manifestaciones también la empleasen en reclamar la desaparición de Hezbolá, como así es recogido en la Resolución No.1559 de Naciones Unidades. Otra circunstancia que olvidan Zerolo, Pepiño, De la Vega y Trini, así como ZP: el nuevo Zapatero Palestino.

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