El Gobierno socialista de Zapatero mantiene el equilibrio sobre una cuerda soportada por sus irracionales socios de gobierno. Unos socios que, alentados por la afabilidad presidencial incapaz de condenar su ataque ultra contra la COPE, bravuconamente –y con permiso de la autoridad (in)competente– se manifestaban hoy por las calles catalanas emplazando a arrancar páginas de la Constitución española como símbolo y corolario de su permanente ataque a España. Y con semejantes ‘bichos’ gobierna Zapatero; y su líder es quien negocia con los asesinos de la Eta; y con estos personajes quiere fabricar ZP un Estatuto; y a los representantes de estas criaturitas pardas brindó el radical-socialismo zapateril nuestro Congreso para que esputaran sus peroratas antiespañolas. Descorazonador.
Por otra parte, de qué nos extrañamos si encabezando la insolencia conmemorativa anti-española está Pascual Maragall quien, negando una vez más la existencia de la nación española consagrada en la Constitución que hoy celebramos, se inventa una mitología identitaria capaz de justificar su retrógrada vuelta a la caverna medieval. El himno del oasis disertado por Maragall, es el canto de guerra de unos cachorros que atacan los medios de comunicación un día, y al siguiente arrancan páginas de la Constitución. Como colofón y fin de la fiesta anti-española, la traca es obra de Eta.
Mientras las bombas de la Eta revientan, Zapatero manifiesta “prudente esperanza” sobre el fin de la violencia. El mismo día que los asesinos siembran de explosivos España, el Presidente declara que no dejará pasar la "oportunidad histórica". Inquirido por un futurible proceso de paz en Euskadi, dice que “si se abre la puerta, expresaremos cual es el camino, pero a día de hoy no es responsable hacerlo”, concluye el habitante de Moncloa. Que no se entera de nada, cabría añadir. Y así, ante tanto despropósito zapateril, los terroristas se revelan “aburridos” de lo que ellos denominan “discursos de cara a la galería” (en su último Zutabe: boletín de los asesinos) Y le reiteran su mensaje: “reconocimiento del derecho de autodeterminación” y “desactivación de las Fuerzas de Seguridad”. Es decir, que los terroristas piden la rendición. Y digo yo ¿se la proporcionará el Presidente Zapatero? Pues que deje de lanzar alharacas al aire que ya cansa a todo el mundo ofendiendo además a las víctimas del terrorismo el mismo día que se conmemora la Constitución del 78. Sumándose así a sus socios de infamia en día tan señalado.
miércoles, diciembre 07, 2005
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