Le guste a ZP o le disguste, la Eta ha irrumpido en el improductivo debate sobre el Estatuto de Cataluña. La banda asesina, sincrónicamente a los nacional-separatistas y percibiendo también la debilitad del gobierno socialista, reclama su ración de protagonismo en el debate estatutario sumándose a las fuerzas que acometen lo que Otero Novas ha descrito como Asalto al Estado. Otra razón más que explica lo absolutamente suicida de seguir por la vía del revisionismo de España –o su negación– provocado por el ínclito de Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero.
Hasta ahora la defensa de lo que la Eta, de forma mendaz, llamaba “lucha armada” se circunscribía a la creación de una Euskal Herria unificada en territorios, independiente de España y Francia, euskaldun y socialista (imbecilidad más imbecilidad menos) Así, el asesinato etarra tenía su ámbito de justificación: la mitología creada por el separatismo para alimento de sus seguidores y degeneración de sus mentes. La Eta no lucha contra el imperialismo norteamericano, ni mata para eliminar el hambre en el mundo mediante la instauración de un orden socialista. No. Su principal empeño es destruir España para crear Euskal Herria. O al menos eso emitía en sus comunicados hasta ahora. Es decir, hasta que llegó ZP haciendo gala de su fragilidad nacional descreída de España.
Con semejante horizonte de flaqueza gubernamental, la banda asesina ha emitido un comunicado amplificando su ámbito de interés también para con Cataluña y su construcción nacional. De tal modo, ahora considera esencial el “reconocimiento de los derechos colectivos de estas dos naciones”: Euskal Herria y Cataluña. Es decir, que si hasta ahora mataba por liberar –de Francia y España– una nación denominada Euskal Herria, desde ahora también lo podrá hacer para liberar o crear la nación catalana. Y así, lo quieran ellos o no, lo busquen deliberadamente o lo provoquen de manera irresponsable, los ideólogos del Estatut y su concepción nacional de Cataluña, coinciden con la Eta en su invocación nacional. Y que nadie se lleve las manos a la cabeza por constatar una evidencia: entre los que consideran que Cataluña y el País Vasco son dos naciones, están Pascual Maragall, Manuela de Madre, Carod Rovira, Ibarreche, Otegui y la Eta; también Suso del Toro, influencia y amigo de ZP.
Pero es que aún podemos ahondar más en la relación de algunos ideólogos del Estatut con los etarras y el lío en que nos ha metido Zapatero. Porque no podemos olvidar que quien se entrevista con los terroristas en Perpiñan es Carod Rovira, a la sazón socio del Gobierno ZP-Maragall e ideólogo del Estatut, obsequiado por el Presidente con un asiento en el Congreso de los Diputados para defender su proyecto negador de la nación española. Es decir, aquí quien posibilita que Carod Rovira, interlocutor de ERC para las relaciones con la Eta, tenga platea preferente en el Parlamento de España es el partido socialista por mor de su absurda teoría de “confiar en las instituciones”; proporcionándole, además, compañera de pupitre: Manuela de Madre. Ocasionando así una denigración de las mencionadas instituciones que cita el Partido socialista como defensa de España, tras albergar a quien se reúne y pacta con terroristas compartiendo su mismo horizonte: destruir la nación española y que de sus cenizas surjan la vasca y la catalana.
martes, noviembre 29, 2005
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