miércoles, agosto 29, 2007

¿QUÉ QUIERE GALLARDÓN?

Gallardón quiere un sillón –que rima– y lo quiere cómodo, mullido, cercano al de Rajoy y con futuro. Y es que Alberto es un cachondo. El Alcalde de Madrid por obra y gracia del PP juega a la conga asiendo de la cintura a Don Mariano cual trenecito de fin de fiesta. Y así, si Mariano Rajoy tropezase cayendo enredado en los multi-pactos que se avecinan de cara a las elecciones, será él, el inmarcesible Alberto Ruiz Gallardón quien se quede como locomotora del Partido Popular. Alberto el ferroviario. Insisto: qué cachondo es Gallardón y cómo le ríen las gracias y la oportunidad de sus comentarios desde el emporio PRISOE: comunión de PRISA Y PSOE.

Manuel Fraga está con Gallardón hijo como lo estuvo con Gallardón padre; con el patriarca durante la dictadura, con el vástago durante la democracia. Y es que Duracell Don Manuel venera hasta la enfermedad las permutas en los demás, observador como es de la desazón gallardonita por elevarse hasta el infinito y más allá como Súper ratón. Oráculo Fraga, a pesar de no ser navidad, regresa a la casa del padre –El País que fundó– para esparcir arenilla en los zapatos de un Mariano despojado de calzado y a la bartola veraniega como un extranjero cualquiera de su propio país. Don Mariano, que es tan brillante como normal, hasta se ha creído que él –a meses de las elecciones y con los buitres rondándole la mayoría insuficiente para gobernar– también puede relajarse con los calores esparciéndose en una tumbona playera. Cuidado don Mariano, no se me amodorre que le comen la merienda. Dígalo alto y claro: el que quiera relevos que predique con el ejemplo. Aunque en ocasiones relevar lo irrelevante resulta innecesariamente tardío, sólo aprovechable como alimento para las alimañas de ése País referido. Musarañas cuya ideología es medrar en todo tiempo y lugar, progresando –de progre– permanentemente mientras se adaptan a cualquier circunstancia para ascender: padre, hijo y espíritu santo. La Pinta, la Niña y la Santa María; versus: Santa María, qué Pinta tiene la Niña... ¡y qué ambición el niño!

Necesitamos un túnel, un mega parque, en definitiva un entretenimiento para que Gallardón se distraiga de su joder con la pelota. Porque Alberto, ahora y cercanas las elecciones: eso no se dice, eso no se hace, eso... no se toca. Niño, deja ya de tocar y joder(nos) las pe-lo-tas. Niño.

2 comentarios:

Alberto Esteban dijo...

Brillante y magnífica tu reflexión sobre Gallardón el faraón.Y claro está, muy de acuerdo.

Saludos

FV dijo...

Gracias Alberto.