Convivimos (y sufrimos) la delincuencia terrorista, los horribles crímenes pederastas, las violaciones, la delincuencia altamente violenta y especializada, el imparable aumento del tráfico de drogas (con la que nuestros hijos se envenenan y cuyos padres caen en la resignación), los crímenes entre parejas con brutal incidencia sobre las mujeres, etcétera, etcétera y otro largo etcétera. Pero ¿qué hacen los políticos? Quienes no olvidemos son servidores públicos, es decir están ahí –y por eso les votamos– para resolver los problemas mediante soluciones que verdaderamente solucionen algo. Pues, en mi opinión, hacen menos de lo que deberían, enfrascados como están en el canibalismo político de estética circense con que los medios adocenamos nos rellenan el hueco que les corresponde en la tramoya política.
Pues bien, ante el determinismo (que rima con derrotismo) de quienes nos quieren convencer de que la única manera de acabar con la delincuencia (sea terrorista o de otro tipo) es a base de paños calientes, reinserciones y educación para la ciudadanía carcelaria, lean como se las gasta un sheriff en EEUU:
El sheriff Joe Arpaio creó la "cárcel-ciudad campamento" para ahorrarle al estado de Arizona los gastos de millones de dólares en otro costoso complejo carcelario. Ha logrado bajar el coste de las comidas de la cárcel a 20 centavos por ración y les hace pagar a los presos por esas comidas. Ha prohibido fumar y las revistas pornográficas en la cárcel, retiró todas las máquinas de pesas, y suprimió todas las películas excepto las clasificadas "para todos los públicos". Él dice: "Están en la cárcel para pagar su deuda a la sociedad, no para hacer músculos con los que puedan asaltar gente inocente cuando salgan de aquí".
Empezó las cuadrillas de encadenados obligando a los presos a hacer trabajo no remunerado en proyectos de la ciudad y el condado para ahorrar así dinero a los contribuyentes. Luego creó las mismas cuadrillas pero de mujeres para que no le demandasen por discriminación sexual. Retiró de la cárcel la televisión por cable hasta que se enteró de que hay una órden judicial federal que requiere que haya televisión por cable en las cárceles. Entonces volvió a conectar el servicio, pero solo permitió el canal Disney y el del tiempo. Cuando se le preguntó por qué el canal del tiempo contestó: "Para que esos desgraciados sepan el calor que va a hacer al día siguiente mientras estén trabajando en mis cuadrillas de encadenados". Suprimió el café porque tiene valor nutricional nulo, y por tanto es un gasto superfluo del dinero de los contribuyentes. Cuando los presos se quejaron, él les dijo: "Esto no es el Ritz. Si no te gusta, no vuelvas".
Con temperaturas incluso más altas de lo corriente en Phoenix (45 grados), la Asociación de Prensa informó: A unos 2.000 presos viviendo en un campamento de tiendas rodeado de alambres de pinchos en la cárcel del Condado de Maricopa, se les ha dado permiso para quedarse sólo en calzones rosas pagados por el gobierno. Ese miércoles, cientos de hombres llevando solo calzoncillos tipo boxeador rosas podían escucharse hablando en las tiendas de campaña donde las temperaturas alcanzaban más de 50 grados: "Ésto es un infierno. Es igual que si estuviésemos dentro de un horno" decía Ernesto Gonzales, un preso que llevaba allí dos años y al que todavía le quedan diez más para cumplir su condena. "Es inhumano".
Joe Arpaio, quien hace que los prisioneros vayan de rosa, y coman sandwiches de mortadela, no se compadece ni una pizca. "A los criminales se les debe castigar por sus crímenes, no dejar que vivan con toda clase de lujos hasta que les llegue la hora de la libertad provisional, solo para que salgan a cometer más crímenes para volver a vivir del dinero de los contribuyentes y a disfrutar de cosas que muchos de los mismos contribuyentes no se pueden permitir". Ese mismo día les dijo a todos los reclusos que se quejaban del calor en las tiendas: "Hace entre 48 y 55 grados en Irak, y nuestros soldados están viviendo en tiendas de campaña también, además ellos caminan todo el día bajo el sol, llevando el equipo completo de batalla y recibiendo balazos, y ellos no han cometido ningún crimen, así que a callar vuestras malditas bocas"
Y servidor se pregunta preguntándoles a ustedes: ¿existe o no existe otra manera de hacer las cosas y acometer los problemas? Pues piénsenlo a la hora de votar, así como cuando escuchen, lean o vean al papagayo de turno entreteniéndoles con su sociología de baratillo, justificación de una inutilidad manifiesta.
1 comentario:
Pues mira, en el fondo el sheriff tiene razón. Tal vez se podría plantear la posibilidad de mandarles algunos etarras nuestros a cambio de un módico precio, que allí estarían bien atendidos de acuerdo con los delitos cometidos. Quizás es una cárcel muy extrema, pues no tiene en cuenta la dignidad de la persona, pero ¿y la dignidad de las víctimas? Aquí tienen todo tipo de lujos, y la delincuencioa no hace sino aumentar cada día.
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