Ya estamos con el habitual comportamiento de las campañas electorales progres: su tradicional hipocresía. Resulta que el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, ha condicionado la creación de un nuevo circuito de carreras a la reelección del PP en la persona del Presidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps. Y claro el piropo ha molestado a los del PSOE que, lógicamente, están que trinan.
Bien, lo primero que se me ocurre es que cada uno recoge lo que siembra. Y así, si el socialismo zapaterino elige sembrar en el erial internacional de la demagogia y el social-comunismo de Cuba, Venezuela o Bolivia después que no se queje. Los frutos que puede racimar de un capitalista tan ‘malvado’ como lo pueda ser el dueño del un negocio como la Fórmula 1 no pueden ser otros: el susodicho hace fus como los gatos al oler socialista. Y es que vosotros me diréis ¿alguien piensa que la demagogia y los gestos para la galería del presidente por accidente nos salen gratis a los españoles? En absoluto. Las repercusiones de la actitud y aptitud de todo un presidente tienen su peso estando en la oposición –no levantándose al paso de la bandera de una nación democrática– como también al ocupar la presidencia de nuestra nación: lucimiento de pañoleta palestina incluido. Y esto es lo que hay. Pues si uno va de alternativo por el mundo otros están en su perfecto derecho de elegir otras alternativas para sus negocios.
Ahora bien, sentadas las bases de nuestro posicionamiento, lo que de verdad repugna es la doblez de toda la argumentación socialistas. Y así, recordemos cuando Polanco arremetía contra el Partido Popular tachándolo poco más o menos de fascista y heredero de Franco, resultando entonces, por boca de la izquierda, que lo que hacia el magnate de inversión socialista era ejercitar el derecho a su libertad de expresión. Perfecto. Entonces ¿aquello no se podía interpretar como una ingerencia política del principal dueño de los principales medios de comunicación españoles, verdad? Nada, nada, en absoluto. Puesto que en la España de ZP y sus pactos del Tinell, rodeado todo del cordón sanitario de los Luppi y titiriteros de compañía, no supone ninguna ingerencia política arrinconar desde todos los medios y con todas las fuerzas disponibles al principal partido de la oposición. Y por eso no sólo no interfiere en la vida política española las manifestaciones de todo un capitalista como Polanco arremetiendo contra los representantes de diez millones de españoles. Don Jesús lo único que haría arremetiendo contra el PP sería una inocua gimnasia libertaria. La misma que moviliza a los diferentes actores, empresarios del cine como los hermanos Almodóvar, cantantes como Miguel Bosé, y en general toda la patulea que, estando en su perfecto derecho de posicionarse por la opción política que ellos crean y quieran, da la casualidad que siempre lo hacen en contra del PP. Con el mismo derecho que asiste al dueño de la Fórmula 1 de mostrar su simpatía por Francisco Camps, que es del PP.
2 comentarios:
Es genial este hombre, y además la izquierda olvida algo tan básico como lo que dijo: "confío en las personas".
Es decir: que si tiene confianza en Camps y sólo confía en él para hacer el circuito en Valencia, resulta que eso es chantaje.
¡¡¡JA!!!
Es ridículo que quieran satanizar a Ecclestone por ser LIBRE. Es de película (del género Stalin, Lenin, Carrillo, Castro, Chávez y compañía).
Ha escocido mucho, mucho, mucho.
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